miércoles, 31 de octubre de 2007
Sexualidad en el psicoanálisis
Introducción al narcisismo
Autoerotismo: Cualidad de un comportamiento sexual (infantil precoz) en el cual el sujeto obtiene satisfacción recurriendo únicamente al propio cuerpo. En donde una pulsión parcial, ligada al funcionamiento de un órgano o a la excitación de una zona erógena encuentre su satisfacción en el mismo lugar es decir que no nec. un obj. exterior ni una imagen unificada del cuerpo (como el que caracteriza al narcisismo).
Narcisismo: El narcisismo es aquella conducta por la cual un individuo le da a su propio cuerpo un trato parecido al que le daría al cuerpo de un objeto sexual.
La introducción del término narcisismo viene a aclarar el de autoerotismo: en el narcisismo es el yo como imagen unificada del cuerpo, el objeto de la libido narcisista, y el autoerotismo se define, en contraposición, como el estado anárquico que precede a esta convergencia de las pulsiones parciales sobre un objeto común: EL YO
El narcisismo no es una perversión, sino el complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de autoconservación.
Relaciones del yo y los objetos del mundo (de amor y de odio): va a diferenciar libido de objeto y yoica: cuanto más se gasta una, más se empobrece la otra. El estado del enamoramiento se nos aparece como la fase superior de desarrollo que alcanza la libido de objeto; lo concebimos como una resignación de la personalidad propia a favor en la investidura de objeto y discernimos su opuesto en la fantasía.
En un primer momento el narcisismo surge por el intento de incluir la t. de la libido en la demencia precoz que tiene dos rasgos: megalomanía y desinterés por todos los objetos del mundo.
También en la histeria y en la N.O vemos que han resignado el vínculo con la realidad porque ambas retiran su libido de los objetos del mundo y sustituyen a estos con la fantasía (objetos imaginarios). A esta situación de retiro de la libido pasando por la fantasía para luego volver al yo: INTROVERSIÓN DE LA LIBIDO.
En parafrenicos: destino de la libido retirada de los objetos, en donde el delirio de grandeza se forma porque la libido volvió directamente al yo y así surge la conducta llamada narcisismo, en donde toda la libido esta en el yo, pero en el delirio de grandeza estamos en un narcisismo secundario que recrea al primario. En la psicosis la vuelta de la libido se da en una forma brusca y hay una retrogresión, retracción de la libido que destruye el aparato psíquico.
Podemos conocer (cotidianamente) al narcisismo por:
· Enfermedad Orgánica: Una persona que sufre retira de los objetos de amor su interés libidinal (no puede amar) pone sobre su yo todas las investiduras libidinales. Libido e interés tienen aquí el mismo destino.
· Hipocondría: También retira interés y libido de los objetos del mundo exterior y los concentra sobre el órgano que los atarea. La diferencia con la enfermedad orgánica es que la hipocondría no tiene un motivo comprobable. Habla de la erogenidad de los órganos, de las partes del cuerpo en donde se puede sentir “dolor” es decir las zonas erógenas que subrogan a los genitales. “A cada una de estas alteraciones de erogenidad en el interior de los órganos podría serle paralela una alteración de la investidura libidinal dentro del yo”.
Se deja el narcisismo y se pone la libido sobre objetos cuando la necesidad sobreviene ya que la investidura del yo con libido a sobrepasado cierta medida. Ya que un fuerte egoísmo preserva de enfermar pero luego tiene que empezara amar para no caer enfermo. Hemos discernido a nuestro aparato anímico como un medio que tiene como función dominar excitaciones para no provocar sensaciones penosas, la elaboración psíquica presta servicio para la desviación interna de excitaciones que no puede descargar en el exterior y esa desviación puede ser en objetos reales o imaginarios (al principio es indiferente). La diferencia se muestra después cuando la vuelta de la libido sobre objetos reales (INTROVERSIÓN) ha conducido a una estasis libidinal.
· El enamoramiento: el niño elige sus objetos sexuales tomándolos de sus vivencias de satisfacción, que al principio se vinculan con la autoconservación es decir que toma a la madre o sustituto como objeto sexual (ya que esta lo alimenta, lo cuida y protege). Teniendo una elección primera de tipo del apuntalamiento (TIPO ANACLÍTICO) àque puso el conocimiento de un segundo tipo: existen personas cuyo desarrollo libidinal experimento una perturbación, no eligen su posterior objeto de amor según el modelo de la madre, sino según el de su propia persona, es decir que se buscan a sí mismos como objeto de amor y este tipo de elección se llama narcisista.
El enamoramiento se reduce a un empobrecimiento del libidinal del yo en beneficio del objeto.
Panorama de los caminos para la elección de objeto:
Se ama:
· Según el tipo narcisista: A sí mismo, a lo que uno mismo fue, a lo que uno querría ser, o a la persona que fue una parte del si-mismo propio.
· Según el tipo de apuntalamiento: a la madre nutricia o al padre protector. (suele ser mas en los hombres ya que las mujeres se van a amar mas a sí mismas)
El narcisismo primario puede considerarse como renacimiento y reproducción del propio narcisismo de los padres que le atribuyen al niño la máxima perfección y encubren y olvidan todos sus defectos. Esta sobreestimación (que se observa en la elección de objeto) gobierna este vínculo afectivo. Entonces el bb debe tener mas suerte que sus padres cumplir con sus deseos sueños irrealizables, el niño debe ser un gran hombre, un héroe; la niña debe casarse con un príncipe. (“Su majestad, el bebe”). El narcisismo primario se ve en el niño vía la teoría de la libido a través de los padres, de la ternura que estos sienten por su bebe, que es el “centro del mundo”. El amor parental es infantil en el fondo y no es otra cosa que el narcisismo revivido de los padres que no muestra la naturaleza de los padres.
En los niños se observa un delirio de grandeza, hay una sobreestimación del poder de sus pensamientos, el niño solo por desear algo, lo tiene (omnipotencia). Se conjetura una primera investidura libidinal del yo que después se pone en los objetos.
No importa si el destino de la libido se hace en objetos reales o fantaseados, lo importante es que vuelva al yo. En la neurosis cuando se retira (por frustración) la libido se pone sí o sí en la fantasía.
Función doble de h: procreación y sexualidad.
La primer elección de objeto es homosexual: elección narcisista. Todos tenemos pulsiones homosexuales que se unen a las sociales y dan como resultado los lazos, los vínculos. El primer objeto de amor siempre es la madre o sustituto.
También se observa el narcisismo en los sueños, en donde se retiran los objetos del mundo, los sueños siempre son de uno, autoreferenciales, para armarlo siempre se retira libido de objeto.
En el adulto normal, el delirio de grandeza esta disminuido, muestra amortiguado lo que una vez tuvo. Pero en los neuróticos el sentimiento de sí se presenta como el grandor del yo, todo lo que uno logro alcanzar como resto de esa primitiva omnipotencia infantil incrementa el narcisismo.
En la psicosis:
Cuando se reprime la satisfacción de amor (no correspondido) es imposible el enriquecimiento del yo, que se logra por el retiro de la libido de los objetos, entonces retrocede la libido al yo (narcisismo) produce una dicha porque responde esa situación donde la libido de objeto y la libido yoica no se diferenciaban: Autoerotismo.
Observaciones del amor de transferencia
Para el medico significa un esclarecimiento valioso y una buena prevención de una contratransferencia acaso aprontada en él, que tiene que discernir que el enamoramiento del paciente le ha sido impuesto por la situación analítica y no se puede atribuir a las excelencias de su persona.
El paciente ha perdido de pronto toda inteligencia del tratamiento y todo interés por él, no quiere hablar ni oír mas que de su amor, demanda que le sea correspondido, ha resignado sus síntomas o los desprecia y hasta se declara sano.
El medico ha de darse cuenta de esta situación: se ha instalado una resistencia ante la cura: la resistencia empieza a servirse del enamoramiento reforzándolo para inhibir la prosecución de la cura. Apartando del trabajo todo interés y sumir al medico en un penoso desconcierto.
El medico plantea Freud, no tiene derecho a aceptar la ternura que se le ofrece ni a responder a ella. Para no fracasar en esta situación se deberá conseguir que el paciente abandone su apetencia, hay una necesidad de renuncia para que prosiga el trabajo analítico.
La técnica analítica impone al medico un mandamiento de denegar al paciente la satisfacción apetecida: la cura tiene que ser realizada en abstinencia. Postula aquí un principio: hay que dejar subsistir en el enfermo necesidades y añoranzas como unas fuerzas pulsionales del trabajo y la alteración y guardarse de apaciguarlas mediante subrogados.
Si el medico obrara de otro modo el paciente alcanzaría su meta, pero el medico nunca la suya: si el cortejo del paciente es correspondido seria un gran triunfo para el paciente pero un fracaso para la cura ya que implicaría actuar, repetir en vida algo que solo deben recordar, reproducir como material psíquico y conservar en un ámbito psíquico.
El camino del analista es diverso, no debe desviar esta transferencia amorosa, sino retenerla, tratarla como algo no real, sino como una situación que se atraviesa en la cura que debe ser reorientada hacia sus orígenes inconscientes y ayudara a llevar a la conciencia lo mas escondido de la vida amorosa del enfermo, para así gobernarlo.
El enamoramiento planteado en ese caso se singulariza por algunos rasgos:
1. Es provocada por la situación analítica
2. Es empujado hacia arriba por la resistencia que gobierna esta situación
3. Carece en alto grado del miramiento por la realidad objetiva.
viernes, 30 de marzo de 2007
Desarrollo Psicosexual (Niñez y Adolescencia)
- En el lugar del padre para mantener comercio con la madre y éste se convierte en un obstáculo.
- En el lugar de la madre para ser amado por el padre.
Pero al darse cuenta de la diferencia de los sexos, la posibilidad de castración les pone fin ya que ambos llevan a la perdida del pene: como premisa en la niña y como amenaza en el varón.
Se instala la prohibición del Incesto y ya no puede tomar a su madre como objeto de amor: Se resignan las investiduras de objeto y se sustituyen por identificación. La autoridad del padre o ambos se introyectan en el yo formando el núcleo del Syo.
Las aspiraciones libidinosas del C. de Edipo son en parte desexualizadas y sublimadas y en parte inhibidas en su meta y mudadas en mociones tiernas. Luego del sepultamiento del C. de Edipo el niño entra en el *periodo de latencia*, en donde hay una detención en la evolución de la sexualidad, se observa una desexualizacion de las relaciones de objeto y de los sentimientos. La energía sexual es desviada del uso sexual y aplicada a otros fines, que son los logros culturales (Concepto de sublimación).
Las mociones sexuales de esta etapa serian inaplicables porque las funciones de la reproducción están diferidas por eso suscitan fuerzas anímicas contrarias (mociones reactivas) que constituyen los diques psíquicos: ASCO, VERGUENZA Y MORAL.
Existen dos tiempos en la elección de objeto:
La primera que se inicia entre los 2 y 5 años: Se realiza por apuntalamiento en los modelos de la temprana infancia y el periodo de latencia lo detiene por la sublimacion y represión, en donde las metas sexuales figuran como corriente tierna.
La segunda búsqueda de objeto se da en la pubertad en donde coinciden las corrientes sensual y tierna dirigidas hacia un objeto y meta sexual. Esta elección es narcisista que busca al yo propio y lo reencuentra en otros. "el hallazgo de objeto es propiamente un reencuentro"
Entonces en la pubertad se da la *fase genital* en donde las impulsos sexuales afloran y provocan la subordinación de las pulsiones a la primacía genital. Esta tensión sexual incrementada hace revivir muchos de los objetos incestuosos por eso se habla de un segundo momento edipico (reedicion). Sin embargo en el periodo de latencia el Syo tiene incorporado una barrera contra el incesto que reprimira esas tendencias. Por lo cual la tarea del adolescente podría resumirse como "el logro de la primacia genital y la consumacion definitiva de la búsqueda no incestuosa del objeto".
En Totem y tabú (p.122): Habla de una horda primitiva en donde había un padre envidiado y odiado pero a la vez amado y admirado (ambivalencia). Los hermanos entre si se complotaron y mataron al padre pero al morir éste, NINGUNO PUEDO OCUPAR SU LUGAR. dando origen a la culpa y a la prohibición de los dos deseos (reprimidos) del C. de Edipo:
- Matar al padre (Prohibición de asesinato)
- Tener comercio con la madre (Prohibición del incesto)
Es una "obediencia de efecto retardado" que se asemeja a la internalizacion de la autoridad paterna en el Syo.
La fórmula canónica
· La vivencia sexual prematura, traumática, que ha de reprimirse.
· Su represión a raíz de una ocasión posterior que despierta su recuerdo, y así lleva a la formación de un síntoma primero.
· Un estadio de defensa lograda, que se asemeja a la salud.
· El estadio en que las representaciones reprimidas retornan, y en la lucha entre estas y el yo forman síntomas nuevos, los de la enfermedad propiamente dicha.
Las diferencias principales entre las diversas neurosis se muestran en el modo en que las representaciones reprimidas regresan; o en el modo de la formación de síntoma y el decurso. El carácter especifico de las diversa neurosis reside en como es llevada a cabo la represión.
La Represión y Lo Inconciente
La posibilidad de una represión no es fácil de deducir en la teoría, para ello es evidente que la meta pulsional devenga en displacer en lugar de placer. Pulsiones así no existen ya que una satisfacción pulsional es siempre placentera. Lo que ocurre es lo siguiente: “la satisfacción de una pulsión sometida a la represión seria sin duda posible y siempre placentera en sí misma, pero seria inconciliable con otras exigencias y designios". Por tanto produciría placer en un lugar y displacer en otro.
La represión no es un mecanismo de defensa presente desde el origen; no puede engendrarse antes de que se haya establecido una separación nítida entre actividad conciente y actividad inconciente y su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejada de ella.
La represión es inconciente. Existe diferentes etapas:
a) La represión primordial que consiste que a la agencia representante de la pulsión se le deniega el acceso a la conciencia estableciéndose una fijación; a partir de ese momento la agencia representante en cuestión permanece inmutable y la pulsión sigue ligada a ella.
b) La represión propiamente dicha que recae sobre los retoños psíquicos de la agencia representante reprimida o sobre los itinerarios del pensamiento que se han asociado a ella.Es un esfuerzo de dar caza.
La represión NO impide a la agencia representante de la pulsión seguir existiendo en lo inconciente, continuar organizándose, formar retoños y anudar conexiones. En realidad la represión solo perturba el vínculo con lo conciente. A la conciencia sin mas solo llegan los retoños que están lo suficientemente distanciados de lo originalmente reprimido, porque únicamente desfigurados pueden salvar la censura de lo conciente y no sabemos hasta donde debe llegar tal desfiguración ya que la represión trabaja de modo individual cada retoño de lo reprimido puede tener su destino particular (Formación de compromiso) y también móvil ya que la represión supone un gasto de energía constante: lo reprimido ejerce una presión continua en dirección a lo conciente, a raíz de lo cual el equilibrio debe mantenerse por medio de una contrapresión incesante. La movilidad se expresa en el dormir para posibilitar la formación de sueños y con el despertar se vuelven las censuras.
La represión separa la representación del afecto, este puede tener un destino diferente que el de la representación: que será siempre el mismo: desaparecer de lo conciente si antes fue conciente o seguir coartada de a conciencia si estaba en vías de devenir conciente, pero el afecto (factor cuantitativo de la agencia representante de la pulsión) tiene tres destinos distintos: La pulsión es sofocada por completo, o que salga a la luz como un afecto o se mude en angustia.
La represión no tenía otro motivo ni propósito que EVITAR EL DISPLACER. De ahí se sigue que el destino del monto de afecto de la agencia representante importa mucho mas que el destino de la representación Entonces si no consigue, la represión, impedir que nazcan sensaciones de displacer o angustia se dice que ha fracasado.
El mecanismo de la represión solo nos es asequible al saber de lo resultados de esta, no es la represión misma que crea formaciones sustitutivas y síntomas, sino que éstos, en cuanto indicios de un retorno de lo reprimido, deben su génesis a procesos completamente diversos.
Anticipa que: a) que el mecanismo de la represión no coincide con el de formación sustitutiva, b)existen diversos mecanismos de formación sustitutiva y c) los mecanismos de la represión tienen en común la sustracción de la investidura energética o libidinal.
Los fracasos de la represión se ven en:
· La fobia en donde no hay ahorro de displacer sino desplazamiento del mismo hacia otros objetos exteriores que lleva a una cantidad de evitaciones destinadas a excluir el desprendimiento de angustia
· La histeria por un lado: porque solo se hace posible mediante diversa formaciones reactivas, pero con respecto a la finiquitación del afecto constituye un éxito completo. El proceso represivo de la histeria se clausura entonces con la formación de síntoma y no necesita recomenzar en un segundo tiempo como ocurre en la fobia.
· La NO que descansa en la premisa de una regresión en donde la aspiración sádica reemplaza a la tierna y esta hostilidad es la que se reprime, el afecto es completamente diverso primero alcanza un éxito pleno: se rechaza la representación y se desaparece el afecto pero en la formación sustitutiva hallamos una alteración del yo en escrúpulos, y la represión produce una sustracción de libido y una formación reactiva por fortalecimiento de lo opuesto. Esa represión inicial no resiste ya que la formación reactiva es el lugar donde lo reprimido retorna y el afecto “desaparecido” retorna en angustia social, angustia de la conciencia moral, en reproches sin medidas.
LO INCONCIENTE
La represión consiste en impedir que una R de la pulsión devenga conciente, todo lo reprimido tiene que permanecer icc, aunque lo reprimido sea solo una parte de lo icc.
Lo icc se conoce cuando se transforma: por transposición o traducción.
Justificación del concepto de lo icc
Es necesario y legitimo.
NECESARIO: Los datos de la ccia son en alto grado lagunosos, en sanos y enfermos aparecen actos psíquicos cuya explicación supone de otros actos de los cuales la ccia no es testigo. Estos actos son:
· Los fallidos
· Sueño
· Síntomas
· Y en la vida cotidiana: ocurrencias (cuyo origen desconocemos y con resultados de pensamientos cuyo trámite se no oculta).
No es mas que una presunción insostenible exigir que todo lo que sucede en el interior de lo anímico tenga que hacerse notorio para la ccia. Es mas: la ccia abarca solo un contenido exiguo, la mayor parte lo que llamamos conocimiento conciente están en estado de latencia, vale decir en un estado de inconciencia. Y atendiendo a todos nuestros recuerdos latentes seria inconcebible que se pusiera en entredicho lo icc.
Pero esto latente es susceptible de ccia. Es indudablemente el saldo de un acto psíquico, que corresponden a restos de procesos somáticos de los cuales lo psíquico puede brotar de nuevo.
LEGITIMO: A cada uno de nosotros, la conciencia nos procura solamente el conocimiento de nuestros propios estados anímicos, que otro hombre per analogiam tiene ccia y por ende icc. A través de una identificación, es decir volviendo hacia la persona propia ese modo de razonamiento llevándonos a descubrir el icc, en rigor de una “supuesta conciencia otra, segunda” que en el interior esta unida a la que me es notoria, es decir actos psíquicos que carecen de conciencia.
Kant:
Nos alerto para que no juzgáramos a la percepción como idéntica a lo percibido incognocible, descuidando el condicionamiento subjetivo de ella.
Psicoanálisis:
Nos advierte que no hemos de sustituir el proceso psíquico inconciente, que es objeto de la conciencia, por la percepción que esta hace de él.
Como lo físico, tampoco lo psíquico es necesariamente en la realidad según se nos parece.
Sentimientos inconcientes:
La represión supone un divorcio entre afecto y representación, los cuales tienen destinos diversos:
· La R se mantiene icc
· El afecto puede tener tres destinos distintos.
El afecto puede exteriorizarse y percibirse en la ccia como un sentimiento cuando sale a la luz como angustia o como afecto, es percibido pero erróneamente.
Ya que una pulsión no puede NUNCA pasar a ser objeto de la conciencia. Siempre se enlaza a una R (en la ccia y en el icc). Si esta no se adhiriera a una R o saliera a la luz como un estado afectivo nada podríamos saber de ella.
Tópica y dinámica de la represión
La R reprimida conserva su investidura en el icc pero el Pcc se le sustrae: “el paso desde el Icc a uno contiguo acontece mediante el cambio de estado, una mudanza de investidura. Se sustituye investidura por libido, ya que se trata de destino de pulsiones sexuales
Dos procesos:
· En el esfuerzo de dar caza, represión propiamente dicha se mantenga la represión, se suma la sustracción de la investidura icc.
· Y en la represión primordial mediante una contrainvestidura el Pcc se protege contra la R icc ocasionando un gasto constante de energía.
FOBIA: Consiste en que la angustia surge sin que se perciba ante que. La investidura fugada se volcó a una R sustitutiva, se desplazo a una que estaba distanciada de la R reprimida, que se retiro (la investidura) a modo de huida.
HISTERIA: En donde el papel de la contrainvestidura que parte del sistema Cte o Pcc sale a la luz en la formación de síntoma.
N.O.: La contrainvestidura sale al primer plano como formación reactiva.
Al predominio de la contrainvestidura y a la falta de una descarga se debe que la obra de la represión aparezca en la histeria de angustia y en la N.O. mucho menos lograda en la histeria e conversión.
*Marilen torres*
Duelo y Melancolia
DUELO
Es la reacción a la perdida de un ser amado o de una abstracción equivalente: la patria, la libertad, el ideal. NO se lo considera como un estado patológico mas allá de las conductas disgregadas. El duelo desaparece por sí solo.
MELANCOLÍA
Se caracteriza por un estado de animo profundamente doloroso como una cesación del interés por el mundo exterior, la perdida de la capacidad de amar, la inhibición de todas las funciones y la disminución del amor propio que se traducen en reproches.
MECANISMO
DUELO
El examen de realidad muestra que el objeto amado ya no existe y esta realidad demanda que la libido abandone todas sus ligaduras con el objeto, contra esta demanda surge una oposición natural, pues sabemos que el hombre no abandona gustoso ninguna de las posiciones de su libido aun cuando les haya encontrado una sustitución, esta oposición puede ser muy intensa que surge el apartamiento de la realidad y la conservación del objeto por medio de una sicosis desiderativa alucinatoria (parte patológica). Lo normal es que el respeto a la realidad obtenga su victoria, al final de la labor del duelo el yo vuelve a quedar libre y sin inhibición.
MELANCOLÍA
Hubo una elección de objeto, una ligadura de la libido a una persona determinada; por obra de una afrenta real o un desengaño de parte de la persona amada surge una conmoción de esta relación objetal cuyo resultado no fue normal, que habría sido un quite de a libido de ese objeto y su desplazamiento a uno nuevo, sino otro distinto: la carga de objeto resulto poco resistente, fue cancelada, pero la libido libre no se desplazo a otro objeto sino que se retiró sobre el yo y ahí estableció una identificación del yo con el objeto resignado. LA SOMBRA DEL OBJETO CAYO SOBRE EL YO, quien pudo ser juzgado como el objeto abandonado. De esta manera la perdida del objeto se mudo a una perdida del yo.
Desarrollo del aparato psíquico
Pero el apremio de la vida perturba esta simple función, primero en grandes necesidades corporales à la excitación impuesta por la necesidad interior buscara un drenaje en la motilidad, la cual e designa: ALTERACION INTERNA o EXPRESIÓN EMOCIONAL.
El niño hambriento llorara o pataleara, pero la situación se mantendrá inmutable, pues la excitación actúa continuamente. Solo puede sobrevenir un cambio por el CUIDADO AJENO se hace la experiencia de la primera vivencia de satisfacción que cancela el E interno, un componente esencial de esta vivencia es la aparición de una cierta percepción cuya imagen mnémica queda, de ahí en adelante, asociada a la huella que dejo en la memoria la excitación producida por la necesidad. La próxima vez que ésta sobrevenga, por el enlace establecido se suscitara una moción psíquica que querrá investir de nuevo la imagen mnémica de aquella percepción y producir otra vez la percepción misma, vale decir, restablecer la situación de satisfacción primera. Una moción de esta índole es lo que llamamos deseo. En este estado primitivo del AP el camino se transitaba de manera que el deseo terminaba en un ALUCINAR. Ésta primera actividad psíquica apuntaba entonces a una IDENTIDAD PERCEPTIVA (algo perceptivamente idéntico a la vivencia de satisfacción) es decir a repetir aquella percepción que esta enlazada con la satisfacción de la necesidad.
Pero la satisfacción no sobreviene, la necesidad perdura. Para conseguir un empleo de la fuerza psíquica mas acorde a fines, se hace necesario detener la regresión completa para que no vaya mas allá de la imagen mnemica y desde esta pueda buscar otro camino que lleve, en definitiva a establecer la identidad deseada. Esta inhibición ( de la regresión) así como el desvío de la excitación que es su consecuencia, pasan a ser el cometido de un segundo sistema que gobierna la motilidad voluntaria. Toda la compleja actividad de PENSAMIENTO que se urde desde la imagen mnémica hasta el establecimiento de la identidad perceptiva es un RODEO PARA EL CUMPLIMIENTO DEL DESEO; que es necesario. Por lo tanto el pensar es el sustituto del deseo alucinatorio.